1. Limpieza con limpiador o desmaquillante a base de aceite (diario)

Paso uno de la limpieza doble.

Para ablandar las impurezas y retirarlas de la piel de forma eficaz al mismo tiempo que la mantenemos hidratada. 

2. Limpieza con limpiador a base de agua o espuma limpiadora (diario)

Paso dos de la limpieza doble.

Para asegurarnos una limpieza más profunda tras haber retirado la primera capa de suciedad acumulada.

3. Exfoliación con un producto específico para nuestro tipo de piel (semanal)

Un par de veces a la semana, es recomendable utilizar un exfoliante no agresivo para retirar las células muertas que se van acumulando y le restan luminosidad a la piel. 

4. Tonificar (diario)

Para mantener el equilibrio de la piel y evitar que se irrite. 

5. Mascarilla facial (cada semana)

Una par de veces por semana, se recomienda utilizar mascarillas faciales específicas para los resultados que queramos obtener, hidratar, iluminar, tensar, revitalizar, aporte de vitaminas... Lo ideal es ir rotando.

Si vas a exponer la piel a la luz del sol es recomendable que utilices un producto hidratante de protección solar, para asegurarte de que no queda desprotegida.

Lo ideal es que sigas estos pasos por la tarde o noche, para que hagan efecto durante tu sueño reparador.

Aunque pueda parecer algo moderno, en realidad es una corriente de belleza originada en los años 60 en el sureste asiático.

Si acabas de empezar, o no estás segur@ de cómo hacerlo es importante que tengas en cuenta un detalle fundamental, comenzar a utilizar los productos uno a uno o en pares, como máximo, si utilizas productos en distintas zonas. Por ejemplo, mascarilla y crema de contorno de ojos.

La piel de cada persona es diferente y por lo tanto tienes que asegurarte de que los productos te van bien antes de pasar al siguiente nivel.

Es recomendable que utilices un producto durante varias semanas para poder evaluar si le sienta bien a tu piel y si se está beneficiando de su aplicación.

No es recomendable comprar un kit completo de productos antes de saber a ciencia cierta si funcionan sobre tu piel.

Tampoco es recomendable que sigas a ciegas las recomendaciones generalizadas, puesto que usando un producto y analizando los resultados es como pueesd saber si realmente te funcionan.

Y puedes saltarte un paso o varios si ves que a tu piel no le sienta bien un determinado tipo de producto o no notas los efectos del mismo.

Para percibir los efectos de la hidratación hacen falta un par de semanas, mientras que para percibir los efectos de productos más específicos, como los que tratan la hiperpigmentación, se necesitan varios meses.

En definitiva, es muy importante mimar y proteger la piel a diario con productos de calidad adecuados para tu tipo de piel.

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